domingo, 18 de marzo de 2007

Hugo y el café

Hugo Chávez le dijo este viernes a Bárbara Walters que toma 26 tazas de café al día. El co presentador de 20/20, John Stossle, tan sólo comentó “Eso explica muchas cosas…”. Chávez dijo que podría dejarlo, si quisiera, pero que le gusta mucho. Casi como el poder… Yo tomo, en promedio, tres tazas de café por día. Si aumentara la dosis a cinco me trepara por las paredes y si llegara a los niveles del "presidente bolivariano" seguro que también me entrarían delirios de grandeza y deseos de conquistar al mundo, o al menos, a Sudamérica. Me pregunto cuántas tazas de café tomará Correa…

La entrevista en mención fue demasiado breve, demasiado light, demasiado anecdótica como para permitir al público sacar conclusiones sobre el personaje. Muy poco de perfil: que Huguito creció en la pobreza, que fue militar…, dos o tres datos sobre su gobierno, visita de cajón a las barriadas pobres de Caracas para decir que desde que está Chávez tienen agua potable y alcantarillado, las declaraciones en contra de Bush, la relación con Castro y la visita a Hussein. “La prensa no ha mostrado mis fotos con el papa Juan Pablo II, ni con Clinton…”, “Quiero ser amigo del pueblo estadounidense”. Y la perla: “Yo le ganaría a Bush en elecciones”. Claro, si acaso en EE.UU. los partidos de extrema izquierda consiguieran algo más de medio voto… Ah, y por supuesto, que la CIA lo quiere matar y que si le pasa algo, el responsable directo sería el Presidente.

No sé quién fue peor caracterizado, si el gobierno de Chávez o su oposición representada por tres jóvenes aniñados que dijeron, en perfecto inglés, que si la cosa sigue así en un año máximo ellos habrán salido del país. Fue tan floja su participación en el reportaje que en la versión online del programa ni siquiera se menciona a esa “juventud preocupada que no quiere permanecer en Venezuela”.

Un dato interesante (y que revela la habilidad de ese gobierno para obtener partidarios en su “mercado objetivo”) es la campaña de la cadena de gasolineras Citgo (de la estatal petrolera venezolana) en los EE.UU., que ofrece combustible para calefacción a bajo costo para los barrios pobres. El propio Chávez señaló que Venezuela envía 1.5 millones de barriles de petróleo a los Estados Unidos todos los días. Insulta a su presidente, pero no deja de hacer negocios con ellos… También aclaró que aunque no hay intención de reducir o eliminar esa provisión, “Hemos dicho que en caso de cualquier otra agresión por parte de la administración norteamericana, nosotros cortaríamos esta provisión de petróleo, pero esperamos que esto no pase”.

La pregunta más candente de la noche fue acerca de los insultos hacia Bush. Dijo que aceptaba que era un exceso de su parte, que se podría disculpar, pero que consideraba que Bush hacía más daño que él con sus palabras: “El quema gente, aldeas y él… invade naciones”. También dijo que le había dicho burro a George W. porque piensa que es muy ignorante acerca de las cosas que pasan en Latinoamérica y en el mundo.

Al final, la Walters le pidió que diera un mensaje a América. Y él con un inglés bastante regular y de marcado acento dijo que admira a Martin Luther King y que comparte su sueño: “Martin Luther’s King’s drim, llur drim, is mai drim; tenkiu beri mach”. El sabor final fue de haber conocido a un personaje pintoresco e incomprendido. Casi como decir que el enemigo de mi enemigo, técnicamente viene a ser mi amigo… Veamos qué postura tienen los demócratas gringos cuando sea uno de los suyos el presidente que soporte los insultos de Chávez. ¿Se pueden imaginar las perlas que le lanzaría a Hillary?

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