martes, 26 de agosto de 2008

Mi top 25

El iTunes tiene una función interesante que no había aplicado hasta anoche: un playlist automático llamado “Las 25 más escuchadas”. Cuando lo escogí me salió este listado que no me sorprende pero que refleja dos cosas: que estoy completamente Drexlerizada y, vamos, ¡que tengo buen gusto! (Jejejeje…) Bueno, como notarán luego, hay varias canciones del álbum Cara B, que es la última adquisición de Drexler: parte concierto prácticamente acústico, parte versiones de canciones propias y ajenas. Por eso está ahí “Dom de iludir” que lo recordaba únicamente en la voz de Gal Costa y “Stay” que sirve de introducción a “Sea”.

Una cosa casi siempre lleva a la otra y para ilustrar las canciones me dediqué a buscar los respectivos Youtubes. Gracias a la super conexión que ya no vuela sino que zumba he encontrado cada cosa! (y me he divertidoooo...) Así que aquí va, mi top 25 con fragmento y casi todos los videos. Enjoy. Y anoto que me debo y les debo el post de adoración total a Jorge. (Drexler, por favor).

Stay, Jorge Drexler, Cara B

“Stay… just a little bit longer/ why don’t you stay just a little bit longer. I hope your mother don’t mind/ I hope the union don’t mind /if we take a little time and we leave it all behind singing one more song like the one that says…”

The heart of life, John Mayer, Continuum

Pain throws your heart to the ground /Love turns the whole thing around /No it won't all go the way it should /But I know the heart of life is good

Bold as love, John Mayer, Continuum

My red is so confident that he flashes /Trophies of war and ribbons of euphoria /Orange is young, full of daring /But very unsteady for the first go around /My yellow in this case is not so mellow /In fact I'm trying to say it's frightened like me /And all these emotions of mine keep holding me from /Giving my life to a rainbow like you”.

Dom de Iludir, Jorge Drexler, Cara B

“Não me venha falar /Na malícia de toda mulher /Cada um sabe a dor /E a delícia de ser o que é”.

(Ojo al video, mezclado con otra delicia, esa si de autoría de Drexler, "Don de Fluir".)

La tangómana, Kevin Johansen, Sur o no Sur

Yo no soy un niño bien /Más bien soy un niño mal /Pero si tanto querés /Puedo ser tu niño ‘glam’”

No hago otra cosa que pensar en ti, Sabina & Serrat, Dos pájaros de un tiro

“No hago otra cosa que pensar en ti /con mi virilidad entre las manos /pero hoy las musas han pasao de mi /se habrán ido con el Nano. /Nunca es triste, Sabina, la verdad /no es por mí que las musas te abandonan /sino a causa de tu escasa virilidad /que unas huyen y otras se descojonan”.

Your body is a wonderland, John Mayer, Room for squares

And if you want love /We'll make it /Swimming a deep sea /Of blankets /Take all your big plans /And break 'em /This is bound to be a while”.

La vida es más compleja de lo que parece, Jorge Drexler, Cara B

“Mejor, o peor, cada cual /seguirá su camino. /Cuánto te quise, quizás, seguirás sin saberlo. /Lo que dolería por siempre /ya se desvanece, /la vida es más compleja de lo que parece”.

Gracias, Jorge Drexler, Cara B

Gracias, gracias, gracias /Quiero agradecer a quién corresponda /Y a nosotros dos el premio a la audacia /Por entrar al mar por la parte más honda".

Transporte, Jorge Drexler, Eco 2

Donde tú estás /yo tengo el Norte /y no hay nada como tu amor /como medio de transporte. En este instante, precisamente, /más canto y más te tengo yo presente, /más te tengo yo presente.

La edad del cielo, Jorge Drexler, Frontera

Calma, todo está en calma, /deja que el beso dure, /deja que el tiempo cure, /deja que el alma /tenga la misma edad /que la edad del cielo”.

Y en versión de Paulinho Moska "A edade du ceu"

Antes, Jorge Drexler, Llueve

Pero algo de mí yo no supe ver /hasta que no me lo mostró, /algo de ti, que quiero creer que no vio nadie antes que yo, /que nadie vio antes que yo”.

Causa y efecto, Jorge Drexler, Sea

La vida cabe en un clic /en un abrir y cerrar /en cualquier copo de avena /Se trata de distinguir lo que vale de lo que no vale la pena /Y a mí me vale con que me des /poco más que nada /A mí me basta con una de tus miradas”.

Tú, Jorge Drexler, Sea

Onda de mar /en que flota este blues. /Tú. Toma este vals que no supe esconder. /Tú. /Tienes la culpa /de este bolero /que se ha adueñado de mi”.

Me haces bien, Jorge Drexler, Vaiven

Basta ver el reflejo de tus ojos en los míos /como se lleva el frío /para entender /que el corazón no miente /que afortunadamente /me haces bien /me haces bien /me haces bien”.

Vaiven, Jorge Drexler, Vaiven

Tu caricia no me afecta, /yo la puedo tolerar, /sin mover una pestaña, /sin parar de controlar /cada cosa que digo, /ningún gesto de más, /de lo que pase acá dentro /no te vas a enterar”.

Guacamole, Kevin Johansen, The Nada

“Vamos a comer a lo de Beto, que nos hizo guacamole! /Carne con frijole’, carne con frijole’!/Cuchufrito, habichuela, hot tamale, trucha al escabeche, /Con café con leche, con café con leche".

Mi banda toca rock, Menudo (Sí, Menudo)

“Un sabor más bien latino /Y así su pasaporte /Lo seguimos corriendo fuerte /Que penetra en los muros /Hace brecha en la puerta /Hasta el fondo él te dice /Que tu alma no está muerta. /Y no despierten no, no, no, todavía no /Y no nos paren no, no, no, todavía no”.

Encontré esta versión del compositor original Ivano Fossati, mucho mas funk y la de Piero que fue la primera que escuché.

Fidelity, Regina Spektor, Begin to hope

“I never loved nobody fully /always one foot on the ground /and by protecting my heart truly /I got lost in the sounds /I hear in my mind /all these voices /I hear in my mind all these words /I hear in my mind all this music /and it breaks my heart”.

Better, Regina Spektor, Begin to hope

“If I Kiss You Where It's Sore /If I Kiss You Where It's Sore /Will You Feel Better, Better, Better /Will You Feel Anything At All”.

Apres moi, Regina Spektor, Begin to hope

“Be Afraid Of The Lame /They'll Inherit Your Legs /Be Afraid Of The Old /They'll Inherit Your Souls /Be Afraid Of The Cold /They'll Inherit Your Blood /Apres Moi, Le Deluge /After Me Comes The Flood”.

Nua/Outra vez, Ana Carolina, Estampado ao vivo

Das lembranças que eu trago na vida /Você é a saudade que eu gosto de ter /Só assim sinto você bem perto de mim outra vez”.

Fiona Apple, The first taste, Tidal

"I lie in an early bed, thinking late thoughts /Waiting for the black to replace my blue /I do not struggle in your web because it was my aim to get caught /But daddy longlegs, I feel that Im finally growing weary /Of waiting to be consumed by you".

Polvo de estrellas, Jorge Drexler, Eco 2

"Un enjambre de moléculas /puestas de acuerdo de forma provisional /Un animal prodigioso /con la delirante obsesión de querer perdurar. /No dejaremos huella /sólo polvo de estrellas".

lunes, 11 de agosto de 2008

La vida en las periferias

Tenía el título hace algunos días, pero no me había animado a consignar el contenido. Cadenas de eventos y estados de ánimo han llevado a que sea hoy el día en que retomo esta ruta para contar mis últimas mutaciones y esta, la (ojalá) definitiva mudanza. He dejado el centro de la ciudad: la ruidosa, impredecible, siempre llena de vida, Bahía de Guayaquil. He dejado el lugar que habité desde mi retorno al puerto desde la corta aventura por Quito. Pasaron casi siete años desde que escribía esto y con ellos, mucha agua corrió por la ría frente a mi ventana del primer piso del Edificio Cucalón. Cruzamos esa enorme puerta como una pareja y salimos como una familia.

Dejar ese departamento no fue nada fácil y gracias a los dioses fue un proceso lento y por lo tanto, el dolor se fue dosificando. Ahora estoy instalada en mi casa, en una cómoda (y me atrevo a decir, hermosa) casa de dos pisos, instalada en un lugar que geográficamente pertenece a Daule, pero funcionalmente al imaginario de La Vía (a Samborondón, claro está). Ya he tenido que soportar la carga de crítica sociológica que si ahora soy pelucona, que si la lejanía, que si la burbuja. Y quizá las consecuencias de este acto las veré en el largo plazo pero por ahora me dedico a lo de siempre: a disfrutar del momento. Sé que antes de tomar la decisión de dejar Guayaquil tuve mi proceso claro de eliminación de posibilidades y abracé esta opción en conciencia y responsabilidad.

En esta nueva ubicación, el primer contraste viene a través de los sentidos. De lunes a sábados, de cinco de la tarde a ocho de la mañana, reina el silencio, interrumpido apenas por ruidos de la naturaleza y el rumor lejano de los camiones que circulan por la carretera principal. De ocho a cinco, ofician los obreros de la construcción de las tres casas contiguas y de otras muchas en las cuadras vecinas. Los domingos son territorio de la nada. Acá es difícil establecer la hora del día sin la dictadura de los relojes (que no uso). En el Malecón se sabía que eran, por ejemplo, las diez de la mañana o las ocho de la noche por la puerta abierta o cerrada del centro comercial, o la medianoche cuando se apagaban gran parte de las luces. Ahora, si no hay sol, las horas de luz se diferencian apenas por la intensidad de los rayos de sol que golpean al atardecer en la ventana de la cocina.

Aprecio el silencio y me adapto rápido. Sin embargo, les debo una confesión: hay un lujo que me parece imprescindible y del que me alegro casi todos los días. Tengo una piscina a mi disposición a escasas cuatro cuadras de mi casa. La posibilidad de remojarme, sumergirme, chapotear e incluso, ensayar un oxidado estilo libre, me reconcilia del todo con la vida. El contacto con el agua me devuelve capas, me regresa en el tiempo, tan sólo flotar en el agua es un placer que no tiene comparación. La princesa lo disfruta tanto como yo, en eso, al menos, ha salido a su madre.

Vivo en las periferias, en un ejercicio constante de previsión y dosificación, por nombrar un ejemplo, de los trayectos en auto. Tengo aún mucho trabajo de orden por hacer, aunque la titánica tarea esté bastante avanzada. Pero sigo siendo yo, con mis muebles, mis papeles, mis libros, mi equipaje invisible. Cambian los escenarios, cambian los horarios, los usos, los hábitos, queda el latido de una vida que continúa con alegría, siempre, a pesar de todo.

Evito pensar en el departamento que quedó atrás y las paredes en las que sus muchos visitantes rieron una noche, lloraron una pena, abrazaron una promesa incumplida. Evito sobre todo pensar, como me dijo un hermoso caballero, en lo triste y solo que se sentirá Govinda pintado en la pared de la entrada, sin saber que se acerca el día en que echarán pintura sobre su piel azul y con él, borrarán los rastros de todos mis recuerdos.