sábado, 16 de abril de 2005

Estupor

En este país donde una cree que casi nada la puede sorprender llega la sorpresa, se reinventa el absurdo: Lucio cada vez más dictador. Los pensamientos se me atropellan en la cabeza pero hay muy poco que pueda decir que no suene a repetido, a iluso, a inútil.

Dictadura... ¿cómo será? Estamos a punto de averiguarlo todos aquellos que en 1978 eramos aún chicos o aún no habían nacido. ¡Qué digo! Si lo estamos viviendo. Que todos los dioses y diosas del universo protejan a los valientes que protestan en las calles de Quito y a los inocentes que sufrirán la vejación del estado de emergencia.

No hay comentarios: